El camino hacia la propiedad de una vivienda supone desafíos financieros cada vez más significativos en el mercado inmobiliario actual. Frente a una situación de inestabilidad económica y la subida de los precios de las viviendas, las cooperativas de viviendas han emergido como una posibilidad cada vez más atractiva para los que buscan tener un hogar a un menor coste.
Descubre en este artículo qué son las cooperativas de viviendas y por qué resultan interesantes para los futuros propietarios que buscan una vivienda de calidad sin pagar un alto precio. En PlanRadar repasamos los principales beneficios y desventajas de este modelo.
¿Qué son las cooperativas de viviendas?
El modelo de las cooperativas de viviendas está en auge en los últimos años. Se trata de una agrupación de personas que comparten la necesidad de tener una vivienda, pero buscan conseguirla al menor precio posible, sin renunciar a buenas calidades.
Para conseguir este objetivo, las asociaciones trabajan para eliminar la figura del promotor inmobiliario y este lugar pasa a ocuparlo la persona interesada. Al omitir esta figura, se consigue adjudicar las viviendas a precio de coste, sin contar el beneficio que se llevarían las promotoras por las tareas de construcción y gestión de los inmuebles.
No obstante, esta no es una tarea sencilla, ya que se requieren conocimientos y capacidades que normalmente cubren las promotoras. Para poder contar con los servicios de gestión y asesoramiento necesarios, las asociaciones acuden a gestoras de cooperativas de vivienda. Estas gestoras se encargan de acompañar a las cooperativas durante todo el proceso de construcción y finalización del proyecto.
Ventajas de una cooperativa de viviendas
El trabajo conjunto de la gestoría con los participantes de la cooperativa de viviendas consigue una serie de ventajas que ha hecho aumentar la popularidad de este modelo. A continuación, anotamos las principales ventajas aquí:
- Ahorro económico: se estima que los que apuestan por este modelo consiguen un ahorro significativo en la compra de su vivienda, aproximadamente entre un 15% y 20% frente a los que compran una vivienda ya construida.
- Plan de pagos: los planes de pagos son comunes entre las cooperativas de vivienda, ya que normalmente son compradores que no cuentan con un gran margen económico para la compra de su vivienda.
- Ausencia de ánimo de lucro: las cooperativas de viviendas son entidades sin ánimo de lucro mercantil, ya que son usuarios que cuentan con la necesidad de tener una vivienda al menor costo.
- Cada socio tiene poder de decisión: los participantes cuentan con voz y voto en la toma de decisiones de las viviendas. Se trata de un modelo de empresa participativa con libre adhesión y que funciona democráticamente, los integrantes votan las decisiones importantes en una asamblea.
- Baja voluntaria: los socios que formen parte de la cooperativa de viviendas pueden solicitar su baja libremente y en cualquier momento, es decir, no se requiere compromiso. En el caso de que ocurra, se reintegran las cantidades ya desembolsadas en el proyecto a los socios que se dan de baja.
Contras de las cooperativas de viviendas
Las cooperativas de viviendas también presentan desafíos para los que deciden unirse a ellas, tanto para los propietarios, como para las gestoras que asesoran las asociaciones. Entre las más notables encontramos:
- Toma de decisiones más compleja: la toma de decisiones de manera colectiva puede convertirse en un desafío. La diversidad de opiniones entre los miembros puede complicar el proceso y retrasar aspectos cruciales del mismo.
- Tiempo y esfuerzo necesarios: la construcción a través de una cooperativa puede requerir de más tiempo y esfuerzo que comprar una propiedad ya construida. Además, la coordinación de agendas y la diversidad de opiniones pueden afectar a los tiempos, y para controlarlo, es esencial que la gestoría ofrezca un asesoramiento personalizado y adaptado a las necesidades de la cooperativa.
- Riesgo financiero compartido: compartir costes tiene sus beneficios, pero también implica compartir un riesgo financiero. Pueden ocurrir dificultades económicas que afectarán de manera directa a todos los miembros de la cooperativa.
- Posibles conflictos internos: el riesgo financiero y la toma de decisiones compartida pueden provocar conflictos internos entre los miembros, desde la selección del diseño a los costes o la contratación de profesionales.
- Falta de experiencia en gestión: las gestorías especializadas en cooperativas de viviendas deben tener en cuenta que los miembros de la cooperativa pueden carecer de experiencia en la gestión de proyectos de construcción.
Cómo la plataforma PlanRadar puede facilitar el proceso
Para abordar algunos de los desafíos mencionados, las gestoras de cooperativas de viviendas pueden aprovechar plataformas de gestión de proyectos como PlanRadar. Esta herramienta ofrece una solución centralizada, intuitiva y eficaz para la ejecución de obras y revisiones.
Al contar con una solución digital a medida para proyectos de construcción, se consigue un ahorro significativo de tiempo, garantizando una entrega puntual a los propietarios de la cooperativa. Por otro lado, es un gran incentivo para llevar un control más exhaustivo de elementos como el inventario y presupuesto de obra, los responsables podrán generar informes detallados de manera sencilla, para tener una visión general de toda la documentación y datos.
En la gestión de cooperativas, la satisfacción del cliente es muy importante, PlanRadar nos ayuda a mejorar la entrega final de las viviendas, canalizando los desperfectos de forma digitalizada y asegurando que el proyecto se va a entregar correctamente
La facilidad de gestión que proporciona PlanRadar no solo beneficia a las gestoras, también influye en los socios de las cooperativas. La plataforma está diseñada para facilitar la comunicación entre los agentes implicados en la construcción, por ejemplo, se pueden compartir imágenes y vídeos o comentar cualquier cambio en tiempo real en el chat en vivo.
Por otro lado, también será de gran utilidad para llevar un control de las tareas, pudiendo asignar responsabilidades a los agentes encargados. Así controlarán de manera más exhaustiva las fechas de entrada y los posibles cambios en la toma de decisiones, evitando malentendidos que afecten a la obra.
Es una apuesta por la eficiencia, la organización y el entendimiento entre las partes, poniendo solución a algunos de los desafíos que presentan las cooperativas de viviendas en la actualidad.
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