El amianto o asbesto en el siglo XX, se consideraba un material maravilloso para la construcción y la industria. Sin embargo, pronto se conocieron los peligros para la salud y surgieron las dudas. La industria y la política tardaron en reaccionar, pero ahora el amianto es cosa del pasado en Europa.
Si descubres amianto en casa, deberías retirarlo definitivamente. El amianto supone numerosos riesgos para la salud e incluso en pequeñas cantidades puede provocar enfermedades y dolores crónicos. Aunque los riesgos del amianto son ya bien conocidos, todavía hay mucho desconocimiento y desinformación entre los propietarios de viviendas. Este artículo pretende cambiar esta situación. Aquí te mostramos todo lo que necesitas saber sobre el amianto y su eliminación.
Foto – Harald Weber, CC BY-SA 3.0,, attraverso Wikimedia Commons
¿Qué es el amianto?
La palabra amianto es un término general que describe varios minerales de silicato cristalizados, fibrosos y de origen natural. El amianto fue descubierto y registrado por escrito ya en la antigüedad. Sin embargo, el amianto sólo se utilizó de forma generalizada en el curso de la industrialización en Europa y América del Norte. Debido a sus propiedades técnicas, el amianto se hizo muy popular en la industria y la construcción. Las fibras de amianto alcanzaron su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial y en la posguerra.
El amianto está formado por fibras de entre 0,04 y 0,4 µm de longitud en estado natural, según el tipo de amianto. Tras el procesamiento industrial, las fibras de amianto alcanzan una longitud de entre 10 y 20 mm. La materia prima se extraía en las minas de amianto de la antigua Unión Soviética, en Estados Unidos y en las colonias británicas de África y Asia, entre otros lugares.
¿Por qué el amianto es peligroso?
El hecho de que el amianto es potencialmente peligroso para la salud ya se sospechaba a principios del siglo XX. Se observaron patrones de enfermedades crónicas y causas de muerte inexplicables en personas expuestas regularmente al amianto. Sin embargo, los operadores de las minas de amianto, las fábricas de procesamiento de amianto y los comerciantes de amianto intentaron cortar de raíz cualquier posible duda y vender el amianto como una fibra milagrosa.
Hoy en día, está claro que el amianto puede desencadenar o favorecer toda una serie de problemas de salud. Las investigaciones aún no son del todo concluyentes, pero se considera probado que el amianto es cancerígeno y puede desencadenar, entre otras cosas, cáncer de pulmón, tumores y diversas enfermedades pulmonares. Además, el propio amianto no puede ser descompuesto por el organismo y puede acumularse en los tejidos del cuerpo durante años. Así, el amianto puede seguir causando problemas de salud décadas después del último contacto con las fibras. Los fumadores, los niños y las personas con enfermedades preexistentes corren un riesgo desproporcionado.
¿Cómo reconocer el amianto?
Como el amianto se ha utilizado en muchas formas y colores diferentes, no siempre es posible verlo a simple vista. El amianto se encuentra, entre otras cosas, en forma de fibrocemento, paneles de tejado o material aislante, y suele estar mezclado con otros materiales. Sin embargo, hoy en día existen diversas aplicaciones técnicas que permiten detectar el amianto en el aire, en los productos o en los edificios.
En la naturaleza, el amianto se presenta libremente en forma de diversos minerales de silicato. Su color va del rojizo al grisáceo, pasando por el verdoso o el azulado y, para el ojo inexperto, parece una roca ordinaria a primera vista. En su forma procesada, tras la fabricación industrial, el amianto puro es de color grisáceo a verdoso y tiene una estructura fibrosa, similar a la lana prensada o al fieltro.
Normalmente, el amianto se ha utilizado para recubrimiento de tejados, baldosas, azulejos. En España, el amianto se relaciona con las placas de fibrocemento (uralita), aislantes, canales, depósitos y conducciones de agua. Hoy en día, no se permite fabricar uralitas con amianto, por eso muchos se preguntan si sus antiguas uralitas contienen este material.
¿Cómo saber si la uralita tiene amianto?
- Ponte en contacto con una empresa especializada en retirada de amianto.
- Consulta la documentación del tejado, si dispones de ella, deberías poder ver los materiales que lo componen.
- Consulta la fecha de instalación, hasta 2002 prácticamente todos los edificios contenían amianto
- Revisa si en la cubierta existe la inscripción “NT” (nueva tecnología). Si es así, no debería contener amianto.
- Envía una muestra a un laboratorio especializado para que lo averiguen.
¿Por qué se utilizaba el amianto?
El amianto tiene numerosas propiedades positivas, por lo que en el pasado se le llamaba a menudo fibra milagrosa. En la industria, el amianto se utilizó en la producción de bolsas, filtros, materiales ignífugos, suministros de guerra, pasta de dientes, neumáticos, talco para bebés, teléfonos, radios, etc.
El amianto es elástico, resistente a la tracción y, desde el punto de vista químico, es adecuado para su incorporación a los aglutinantes. Además, el amianto puede soportar un calor de hasta 1.000 grados centígrados, por lo que es extremadamente resistente al fuego. Además, el amianto está disponible en abundancia en todo el mundo, es fácil de procesar y, por tanto, es muy barato en comparación con otros materiales de construcción. Por ello, el potencial del amianto se consideró particularmente grande para la industria de la construcción. El material se utilizaba en aplicaciones como el aislamiento térmico, las tuberías, la protección contra el fuego, el fibrocemento, los paneles ondulados para tejados, etc.
¿Cuál es la situación legal del amianto en la actualidad?
Es indiscutible que el amianto es peligroso. Teniendo en cuenta esto, el amianto está prohibido en la mayoría de los estados de Europa. Las excepciones son algunos países de Europa del Este y del Sudeste que no son miembros de la Unión Europea, como Albania, Macedonia del Norte, Ucrania, Moldavia, Bielorrusia y Rusia.
A continuación ofrecemos una visión general de la situación legal del amianto en la Unión Europea, el Reino Unido, Suiza y el resto del mundo.
1. En la Unión Europea
Para proteger a los trabajadores y a los residentes, el amianto ya no puede utilizarse en la industria de la construcción en la Unión Europea desde 2005. El valor límite de exposición al amianto en el lugar de trabajo es de 0,1 fibras por centímetro cúbico en la UE, y debe reducirse diez veces hasta 0,01 fibras por centímetro cúbico en los próximos años. En algunos Estados miembros de la UE, como Alemania, el límite es ya de 0,01 fibras por centímetro cúbico, y el amianto se prohibió en Alemania ya en 1993. En otros países europeos, como Francia, Austria o Italia, el amianto también se prohibió ya en la década de 1990. Sin embargo, la UE aún está lejos de estar libre de amianto, y muchos edificios antiguos siguen teniendo amianto en su estructura y fachada. Por ello, la Unión Europea se ha fijado el objetivo de hacer de la renovación de los edificios contaminados con amianto una prioridad absoluta.
2. En Reino Unido
El uso del amianto en la construcción en el Reino Unido está prohibido en todo el país desde 1999. Salvo algunas excepciones, en las que se aplican licencias especiales y condiciones estrictas, el amianto ya no puede utilizarse en las industrias de fabricación y transformación del Reino Unido.
Sin embargo, muchos edificios del Reino Unido construidos antes del nuevo milenio todavía contienen amianto. El Ejecutivo de Salud y Seguridad del Reino Unido estima que alrededor de 5.000 personas en el Reino Unido siguen muriendo cada año como resultado del contacto con el amianto. Sin embargo, dado que los peligros de procesar el amianto son mucho mayores que los de vivir en una casa en la que se ha instalado amianto, el gobierno del Reino Unido no está presionando tanto para que se renueven los edificios afectados, como ocurre en la Unión Europea.
3. En Suiza
En la Confederación Suiza, el amianto se prohibió completamente en 1989. Sin embargo, los edificios construidos antes de que finalizara el periodo transitorio en 1990 todavía pueden estar contaminados con amianto en este país. Por ello, la Oficina Federal de Salud Pública aconseja a los propietarios de viviendas en Suiza que extremen las precauciones al renovar edificios construidos antes de 1991. No se sabe con exactitud la cantidad de amianto que sigue instalada en Suiza. Sin embargo, la aseguradora estatal de accidentes SUVA estima que alrededor del 80% de todos los edificios construidos antes de 1991 contienen amianto. Los grandes edificios públicos, como las estaciones de tren o los centros comerciales de Suiza, se limpiaron de amianto a gran escala entre 2002 y 2012. La SUVA habla de más de 8.500 renovaciones de amianto que se habrían llevado a cabo en este periodo de diez años.
4. Otros países
En contra de la creencia pública, el amianto no está prohibido en todo el mundo. El material se sigue extrayendo y utilizando en edificios y productos industriales. A excepción de los Estados Unidos de América y Canadá, todos los países industrializados occidentales han prohibido el amianto. El amianto también está prohibido en algunos países de Asia oriental, el sudeste asiático, Oriente Medio y Sudamérica, como por ejemplo Japón, China, Tailandia, Arabia Saudí, Argelia y Argentina. Sin embargo, en muchos países emergentes y en desarrollo, el amianto sigue siendo legal o, al menos, se tolera en la industria de la construcción. Especialmente en la India y en muchos estados africanos, el amianto se sigue utilizando con regularidad porque es especialmente barato y ofrece propiedades beneficiosas. Algunos países, como la India y Canadá, han limitado o prohibido la extracción de amianto, pero permiten que se utilice en cierta medida en la construcción y la industria en sus propios países. Otros países no permiten el uso del amianto en la construcción, pero siguen extrayéndolo y exportándolo.
¿Qué hay que saber sobre el amianto en su casa?
Si descubres que se ha instalado amianto en tu casa, al principio puede parecer angustioso. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que el amianto instalado es mucho menos peligroso que cuando se está procesando. Sin embargo, dado que no se pueden descartar por completo los riesgos para la salud, sigue siendo aconsejable eliminar el amianto de tu casa lo antes posible. En la siguiente sección, te mostramos todo lo que necesitas saber si quieres retirar el amianto.
¿Cómo eliminar el amianto de las construcciones y viviendas?
Si sabes o sospechas que se ha instalado amianto en tu casa, no deberías realizar las obras de renovación por ti mismo. Para estar seguro, si tu casa se construyó antes de que se prohibiera el amianto en su país, debes asumir que se utilizó amianto. Hay que tener mucho cuidado al renovar las casas con amianto. El trabajo puede liberar fibras de amianto en altas concentraciones que pueden causar enfermedades crónicas y potencialmente mortales durante años o incluso décadas después de la contaminación.
Por lo tanto, nunca realices por ti mismo ningún trabajo en una casa en la que se haya incorporado amianto. Es imprescindible que la retirada del amianto la lleven a cabo profesionales, independientemente de lo que haya oído en su localidad. Antes de empezar el trabajo, informe a los contratistas de la construcción de que puede haber amianto instalado y asegúrese de que la empresa en cuestión puede retirar el amianto.
Qué empresas pueden hacer el trabajo por ti
Haga que un contratista profesional revise tu casa en busca de amianto y contrate a especialistas para que realicen la retirada. En la mayoría de los países, hay empresas de construcción especializadas en la eliminación del amianto de las casas y con años de experiencia en este campo.
Para un trabajo crítico como la eliminación del amianto, no es aconsejable contar cada céntimo y apostar por el contratista más barato. Tu salud y de los trabajadores está en juego, y es aconsejable acudir a empresas profesionales expertas en este campo. Un recorte excesivo de costes a la hora de eliminar el amianto puede volverse en contra en forma de obras que se deben volver a realizar o en forma de problemas de salud.
¿Con qué material sustituir el amianto?
Los materiales con los que se puede sustituir el amianto instalado dependen de la forma en que se haya colocado el amianto. Por ejemplo, las alternativas para las tuberías que contienen amianto son fundamentalmente diferentes de las alternativas para el hormigón de fibra. En Europa, el amianto se utilizaba a menudo en la construcción para el aislamiento. En este caso, el amianto puede ser sustituido por otros materiales aislantes como el vidrio, la cerámica o la lana de roca o . Si el amianto se utilizó en la construcción de tejados, se recomienda utilizar pizarra, zinc titanio o tejas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el contratista de la construcción que lleva a cabo la retirada del amianto puede sugerir alternativas adecuadas.
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¿Cómo retirar el amianto?
En muchos países, el amianto se considera un residuo peligroso, que no puede eliminarse como un residuo normal. Según el Catálogo Europeo de Residuos, el amianto también se considera un residuo peligroso y debe ser etiquetado en consecuencia.
La eliminación propiamente dicha puede llevarse a cabo mediante diversos procedimientos. Sin embargo, ninguno de estos métodos es ideal y todavía no se ha encontrado una solución para eliminar o reciclar completamente el amianto. Una de las razones es que el amianto es químicamente muy estable y, por tanto, muy resistente al calor y al ácido. Este hecho se consideró beneficioso durante la instalación, pero cuando se trata de la eliminación, la estabilidad química del amianto es una gran preocupación.
Los métodos utilizados en Europa para eliminar el amianto incluyen la trituración mecánica, la vitrificación térmica, el recocido, la disolución química o la incorporación al cemento u otros aglutinantes. En ninguno de estos métodos el amianto se disuelve completamente después, por lo que los restos deben seguir almacenándose como residuos peligrosos en la mayoría de los métodos.
¿Cuánto cuesta la eliminación del amianto?
Dependiendo del tipo de amianto instalado y del país en el que se encuentre su vivienda, el coste de la retirada del amianto varía, incluso en Europa. Sin embargo, el coste medio de la retirada del amianto instalado como aislante es de unos 35 a 40 euros por metro cuadrado. A medida que aumenta el tamaño, los costes por metro cuadrado disminuyen por término medio. Sin embargo, debe tener en cuenta que el precio por metro cuadrado no es el único coste. Además del coste de la retirada del amianto por metro cuadrado, hay que tener en cuenta los gastos de desplazamiento, el alquiler de andamios, la eliminación de residuos y los posibles trabajos que haya que realizar para llegar al amianto y cubrirlo durante la noche.
A continuación te mostramos una tabla en la que se indica cuánto se puede pagar por la retirada de amianto en Europa por metro cuadrado en diferentes rangos de tamaño
Metros cuadrados | Precio por metro cuadrado | Precio total |
---|---|---|
1 | 35 a 40 euros | 35 a 40 euros |
100 | 32 a 37 euros | 2,500 a 3,500 euros |
1000 | 28 a 34 euros |
28,000 a 34,000 euros |
El amianto en casa: Resumen
Durante mucho tiempo, el amianto fue considerado una fibra milagrosa. Las dudas que surgían sobre los efectos peligrosos de este material para la salud se mantuvieron a raya durante casi un siglo. Afortunadamente, el amianto está ahora prohibido en la mayoría de los países europeos. Sin embargo, en muchos países del sur del mundo y en América del Norte, el amianto todavía no está prohibido y en algunos países se sigue extrayendo.
También en Europa se encuentra amianto en muchos edificios antiguos. Las consecuencias para la salud de los residentes parecen ser limitadas, pero no se pueden descartar los riesgos. Por ello, la UE se ha fijado el objetivo de garantizar que las casas con amianto se descontaminen más rápida y eficazmente. Por lo tanto, deberías considerar la posibilidad de renovar su casa si contiene amianto, eso sí, siempre en manos de profesionales. Ellos saben cómo protegerse y cómo eliminar el amianto adecuadamente. Dependiendo del país y de la forma en que se instaló el amianto, los costes pueden ser diferentes. En Europa, la media es de unos 35 a 40 euros por metro cuadrado, más los costes de desplazamiento, eliminación, etc. Cuanto mayor sea la superficie de amianto, menor será el coste por metro cuadrado.
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